COLECCIÓN LITERARIA N° 7
Obra Completa
(Poemario)
ARNULFO MORENO RAVELO
Lima - Perú
Primera Edición, 1968 - 50 págs.
En Suburbiales, las ideas estéticas de inspiración sonora, se desborda en una protesta contra el opresor
de la sociedad, sus versos llevan una imaginación vigorosa de ánimo sentimental y social; canta a los
suburbios de
miserias que circundan a los pueblos, delineando la belleza poética en un sentimiento apasionado con la
humanidad.
(pág.13 y 14 ).
PROLOGO
CON LA MÚSICA DEL CAMINANTE
Para ti van mis versos
ahogados de angustia
para ti van mis triviales
trizados de carne.
Sí, para ti que sufres
sin años nuevos
para ti explotada
huérfana doméstica
para ti encallecido barredor
que horadas tus pulmones
para ti rezagado campesino
que nos das tu néctar nutritivo
para ti hombre de las minas
renegrido de injusticias
para ti estudiante revolucionario
esperanza social del siglo
para ti vedette de clubes
de frívolo mensaje
para ti pervertida ramera
de impúdico comercio
para ti reo de la cárcel
que tus vísceras cuelgas
para ti que pululas en las calles
masticando las horas del hambre
para ti olvidado suburbio
donde no llega la justicia
para ti que no te olvido,
para ti que escapas de mi mente
reptando en el acre sub-humano
recibe entre tus llagas este bálsamo
unísono tragantado sufrimiento
raudal bebido de la misma sed
- en ríos rezumbantes sin riberas
levantemos del oprobio vuestras frentes-
La lúgubre ciudad apaga su voz
podridas por las calles quedan las auroras,
los hombres se amputan las manos
la fe ahorcada cuelga sin Dios,
las aguas mueren en la sed
y la miseria tetrifica a los hombres.
Los extramuros se pueblan
el resbalón ahuyenta el pan,
ululando los hombres
se desgarran
se desnudan
se taladran
se sacrifican
en barriadas de miserias.
Los gemidos languidecen
las palabras anémicas mueren
frente a la roca estéril
frente a la soledad del baldío
frente a la puerta hambrienta
frente al clamor de sus hijos
se esfuman los salarios gota a gota
y los pasos lloran
rotos
y
sombríos...
Cada día más escombros
más calavericos los hombres,
más estómagos vacíos
y almacenes gemebundos...
todo el mundo sin rocío
exangües y taciturnos
¡Ay! como sufren
¡Cómo sufren los hombres!
Lima, 6 de Junio de 1967.
Entorrentando el Mundo se arrebata
sudoroso y sin paladar,
y por la ventana de su cuerpo
miramos la desnudez del pueblo
donde nace muerta la palabra.
En los suburbios descarnados
del quebrantado vaivén del día
de codos el hombre camina,
y los páramos de lacerías orbitales
en cuclillas le da el dorso de guía.
Angulosamente descuartizada
la sociedad moribunda queda.
Del trasfondo una voz rebelde,
masacrada; pero, llega reclamando
la integridad de vuestra clase
la reivindicación de nuestros derechos.
Desgajadas, desangrando las mañanas
por las luchas fratricidas de clases,
los Continentes enlutecidos
crispan sus pacíficos puños
condenando las agresividades
muerden las orillas de las tardes.
¡Oh! Aledaños de las grandes urbes.
¡Oh! sombríos arrabales
sepulcral soledad de hombres
donde hiede el hambre
donde se agusana la fe
¡adversidad humana!.
Disgregado
del vientre materno
los tugurios de e c
s
a
t
r l
e
t a
r
o y t
a
n a
s
e s
s v i e j a s...
acrecientan más
y
más
las barriadas
abatidas,
restregando sus heridas
día
tras
día
estrechan sus espinas.
¡Ah! solsticio de verano
de siniestra aridez ondulante
sumido entre piedras
y
basurales
formas el terraplén de ú
l
t
i
m
c
u a d r a ;
donde vive el hermano, el pobre hermano
desamparado
en la promiscuidad.
Esta penumbra social
es el infierno de los pobres,
que a mi-
tad camino se enferman
y
ya no llega la mañana
ya no llega la felicidad
a
r v l t a
e o o e r el viento
el viento funerario
que aletean los andrajos
los andrajos
muertos...
El sol,
las carnes quema,
en camisas rotas
los eneros mueren
los pantalones se acortan,
los misérrinos bolsillos
cierran sus bocas
el corazón se ahoga
en los desnudos torbellinos.
El aire se vende
los pulmones se atrofian
el pan se encrudece
la lengua se devora
las vísceras callan
el bocado de miseria.
Hasta las piedras lloran
porque los avarientos las hieren,
al formularles querellas
porque ellas les deben,
sí, porque ellas les deben
el préstamo de soledad.
Todo se paga
todo se adeuda,
hasta el alba
ayer pagó su cuenta...
¡LIMA! bella, fraganciosa como ninguna.
Elegancia, primor, museos, grandes edificios,
autos de último modelo.
Relucientes noches primaverales.
Cuna de héroes, políticos, sabios y literatos.
Transitado por miles de turistas
y encumbradas personalidades del talento.
¡Oh! Ciudad de los Reyes
Venus de Sudamérica.
¡Oh! tres veces coronada villa
orlas incrustadas de poesías.
¡Oh! Jardín, Musa umbilical de la costa.
¡Oh! Lima, Lima
admirada por el M u n d o entero
admirada por la faz externa ¡la iluminada!
admirada por el relieve que refracta al Sol...
pero, ¡Ay! por aquéllos otros extremos...
por aquél revés, por aquél dorso que muere
entre desechos, entre escombros, entre la obscuridad.
Por ése costado oculto de L i m a,
por ese lado del verdadero P E R U;
confundiéndose entre ambulantes y baratijas
entre flicitos negocios y abusos
entre proxenetas y prostitutas
entre homosexuales y delincuentes
entre pordioseros y niños huérfanos
entre avaricias y perfidias
entre la hediondez y la podredumbre
van a cuestas sufriendo, sufriendo
por las abras fangosas de la Ciudad.
Acurrucados entre gajos sucios de rincones
van los pueblos de bruces caminando.
Entre despojos amontonadas de las horas
se ahogan de espaldas gritando, gritando...
Por los arrabales, por las polvorientas pobrezas
donde las nubes ennegrecidas de rabia
abren sus bocas anchas, anchas.
Donde hieden a crímenes a guerras
las degolladas estaciones hambrientas.
Donde llegan del valle, de la cumbre
e irrumpen y despuntan sus primaveras.
Donde se exprimen las sequías para beber
donde las calles se erectan largas, largas
como víboras listas su veneno a verter.
Por allá, por las más apartadas riberas
donde lloriquean los futuros de miedo
y entumecida tiembla la tierra.
Donde el cielo deshace sus tempestades
y desharrapados prójimos se deslizan
invadiendo, recobrando, litigando su pan,
su aposento, sus campos, sus comunidades.
Donde raídas y broncosas manos estrujan los años
disecados por los basurales de los S i g l o s.
Por allá, por los más distantes caminos
por donde Madres pariendo costras que hablan
derrumban los cipreses de aceros y parten las rocas
dulcificando amarguras y ásperos senderos,
congeladas en las aristas del olvido;
desbastando los extramuros de las urbes
escombrando los atisbos de horizontes.
En donde se cuartean los cristales y el cielo
y carcajean los suspiros, las sangres.
Por allá, por las cumbres más lejanas
por donde se descuajan los vendavales
y se contradicen las leyes naturales
como ecos tremebundos y cansados
que silencian los cantizales andinos.
Donde el licor embriaga las aspérrimas
deshiladas costillas sangrantes de azul
y los músculos se contraen como troncos
sembrando valles y montes de verdor.
Por allá, por aquéllos paisajes lejos, muy lejos
por aquéllas telúricas hondonadas
va el anémico pueblo p e r u a n o
acobijados dentro de frígidos inviernos
y flagelados por los flecos de los vientos;
llevando su oquedad,
sus flaquezas
a pie,
a lomo de sus ensueños
hiende el presente,
sepultando sus añoranzas
en bultos vacíos,
cadáveres por los años
cadáveres por los años...
Los pueblos agonizan
frente al palacio de Gobierno
frente al Ministerio de Trabajo,
langostas humanas: búfalos y elefantes
rábanos y erizos
gatos y tucanes
convivencia
jauría,
sueltos de l
e
n n
g e
u
m
a
a
s, l al caído...
El hambre no espera
un solo
martes
el hambre no aguarda
un
discurso
ni
un engaño
más...
los trabajadores protestan
por los misérrimos salarios
p o r l o s b
a
j
í
s
i
m
o
s
u e l d o s ,
HUELGAS,
I
T R I S
MARCHAS y D S U B O ! ! !...
¡sueldos! ¡sueldos!
¡salarios!
a
es el grito l
a
t u b e r c u l o s o
i
o
s
Pero; el caos nacional,
la crisis económica...
(a los plutócratas y burgueses
no les importa
menos a los gobernantes)
siguen los despidos
siguen las subrogaciones...
- la desocupación aumenta-
el hambre
y
la miseria
arrastran a los pueblos
a mendigar
por las calles.
Oh, Representante de la Nación
has caído en la mezquina demagogia.
Oh, avariento representante
miserable demagogo del pueblo.
¿Olvidaste tus elocuentes promesas?
¿Olvidaste tus extensos manifiestos?...
¡Claro que sí!
- fueron falsas -
- fueron falsas -
mientras buscas tus intereses
mientras triplicas tus suelos
mientras colocas más burócratas
dentro de los organismos del Estado;
tras
del P A L A C I O
(en Desamparados y Polvos Azules)
tras
del C O N G R E S O
tras
de ésos muros
mendigos trasnochados
hambrientos
e
n
g
u
l
l
e
n desperdicios...
¡no están muy lejos!
de tus escaños
de tus manjares
sólo una pared,
sólo una
separa a la hiel,
a la orfandad.
¿No sientes lástimas?
¿no te conmueve
al ver transidos de espíritus
a esos pobres hombres?...
¡que ahí¡
ahí, en ésa pocilga padecen
hoscos,
barbudos,
andrajosos,
etc. , etc. ...
¡Ah! infelices pordioseros
desde a
b
a
j
o
aúnete a mi voz... !!
Los hombres se van mutilando
una pierna, un brazo, u otro par;
los impuestos van subiendo
en lujurioso vuelo de lupanar.
Por malversación de las arcas
tal vez los pueblos ya no coman
ni cubran sus carnes,
no abastecerán las hojas de los árboles;
la patria macilenta y avergonzada
entre las Cordilleras se ocultará
más no mostrará ante el Mundo
su huesuda humanidad
y a ti con más de doce millones de dedos
como a traidor te señalarán...
El déficit ¿Cómo se nivelará?
si los créditos son excesivos
si las rentas fiscales se malgastan
si los burócratas cada vez aumentan
si las prebendas se acrecientan
si los taimados contratos
y burgueses contrabandos
a unos cuantos ¿...? van a dar
procaces influencias, insolentes mandos.
Oh, Perú digno y bueno
¿porqué viste nacer
al traicionero e infiel?.
Sí las bridas del gobierno
es la mala administración
pues, suelta de tu desacierto
a mi herido corazón.
Los negros frontales del tiempo
corroen las enjutas carnes
ausentes de vientres;
los cavernosos cementerios
ya no abren sus puertas
los difuntos descansan en sus hogares.
Tantas anémicas poblaciones
tantas almas putrefactas,
las entrañas de la madre tierra
encogida dolorosamente gimotea.
¡Ay!, larvas y gusanos lloran
los muertos no llevan carnes,
ataúdes y cadáveres
andan extenuados por las calles.
Los parques están sollozando.
Ayer los domingueros no habían pagado
su momento de libertad.
- El bolsillo está tallando
la mano de caridad -
Los haraposos agónicos del puente
largan sus manos temblorosos y suplicantes
para ver si una limosna le dan;
la gente pasa y pasa
la gente siguen pasando...
¡ y nada !
Vacíos y encrespados la recoge de nuevo,
apolillados los minutos se riegan por el suelo.
¡ Ah ! moneda escasa y brillante
tuercen nervios al hablar.
Los zapatos tienen otra abertura más
pues; hoy los dedos de invierno
friolentos suspiran y dicen algo más...
que cierren los ojos y tapen sus oídos
los burgueses y oligarcas para no escuchar
porque de lo contrario se van arrepentir.
Hoy día los lustrabotas
no van a cenar
los zapatos raídos y rotos
se han ido a renovar.
Las manos... ¡Ah! pobrecitos
palmo a palmo
sobre sus desgarradas rodillitas
se frotan enlutecidas.
También los canillitas
con sus afónicas gargantas
no han voceado hoy día,
el paro continúa... !
están vendiendo sus estómagos
en un "puesto" asolado de la esquina,
en un extremo vacío de su vida.
Se ufanan los "Mercados"
vendiendo su mezquindad
las monedas se avergüenzan
de su descendente paridad,
los hachazos de carne
curvan las espaldas
y los ojos se agrandan
por los "Kilos" que faltan.
No, no son litros
son cubetas de "aceite"
con precios de a legua
angulan los vientres.
Quicios que se abren
mesas solaces
voces infantiles
entran y se parten
retuercen su alegría
y muerden las calles.
Las "amas de casa"
de bajo pueblo
manitas tronzadas
por el impuesto
no han "hecho plaza"
no han comprado nada...
¡Ay!...¿Qué comerán?.
Entre duros fierros traman los obreros
miserias y desdenes de hogares,
en las orillas de los mundos
cuelgan sus carnes lodazales.
En el umbral de la noche
aguarda tu prole sedienta,
pidiendo una miga de pan;
más no hay que llevar...
al destruido hogar
el hambre viene tan callada
por algún triste muladar.
El dintel de tu casa se ha enojado
en rojos bramidos:
¡no hay qué cocinar!
las ollas dando saltos han corrido,
chirrían cavilando
¡ya no hay qué amasar!.
Columpiando tu mirada
en los patéticos tugurios,
fenecen los semblantes
de tu vertical esperanza.
Furibundamente son palaciegos
de sus propios succionadores,
con los pulmones deshilachados
trazuman la estría
de la esclavitud y miseria.
Desnudarán los engaños
se verán perjuros indolentes
que descarnan los huesos
ofreciéndote viviendas
con el dinero de tu esfuerzo,
más cerca y verdadero
es venderte el infierno
en el siniestro de tu suerte.
Oh, luctuosantes suburbios,
hasta cuando serás presa de la ignorancia
hasta cuando serás carne de miseria
hasta cuando tendrás la misma cara,
cuando cambiaras de ropaje
cuando te darán la auténtica parra
límpida, fiel y sincera...
Eres extraño
eres ajeno a los demás
Oh, barriadas, barriadas
todos te ocultan
todos te niegan
todos te opacan;
como bastardas ignoradas
como espectral abominado
como cordón de maldición;
todos, todos huyen de ti
sin proyectar solución
sin darte algún consuelo.
Id a ellas "Mandatarios"
que ahí, se saborea la miseria,
desde el polvo que se traga
hasta las rocas en que se duerme
hasta esa gota de agua que se bebe
hasta las letrinas que utilizan,
les venden
les alquilan
les suprimen,
todos dan el reverso
como si fuesen sentenciados
a vivir en el lacerante
terror infrahumano
o en el azote de Dios.
¡Ah! hermanos cuanta infamia.
- destartalados los pueblos se preguntan -
¿Adónde nos lleva la politiquería?...
- la marchitez de mi poema
en cada lágrima le responde -
¡¡ más allá de la miseria!!...
Desde la matanza de inocentes niños
muchas vocecitas llegan sangrando
y su aversión resquemante me pregunta...
¿Adónde nos llevan las guerras?...
- en la escualidez de mis ramas
cada reborde le contesta -
¡¡ más allá del odio y la venganza !!...
¡HERMANOS! de todo el mundo
¿ Qué debemos hacer
para edificar la P A Z?...
solidaricemos nuestros brazos de apoyo
sobre las divergentes riberas de la vida
y sembrad entre los hombres...
IGUALDAD, JUSTICIA, AMOR Y LIBERTAD,
y fraternalmente marchemos al triunfo...
pero; antes:
¡Qué se abra la Tierra!
y se trague a esos miserables
con toda la inmundicia
de sus injusticias
de sus iniquidades
y desenfrenadas ambiciones...
Las librerías dejarán de musitar
achacosas y pobres no las abrirán
el costo de vida al pueblo ahorcará
retrógradas ideas aumentarán.
Las Iglesias dejarán de alabar
no recibirán ni un solo real
pulmones rotos no ha de cantar
los aranceles cerrarán el misal.
Con el alto precio de las ediciones
presiento la barbarie futura
y la cruda ignorancia social
quizás no llegue hasta la tumba
y levanten los muertos a requintar.
La patria vulnerada explosionara
abortando a los causantes de su tragedia:
gamonales, extorsionadores y contrabandistas
purgarán en la última puerta del día.
Arrojad el quince por cualquier ventana
y no dejéis en la umbrera nada,
reemplazadlo con un cero
es la puerta del matadero.
De la suma de parapetos
quebrad el número en dos,
arranquemos la idea "perdón"
del cuadrante techo de Dios.
En geométricas líneas
las tangentes restadas,
en tétricas miserias
barrigas dormidas.
Polinomios cuadrados
alimentos de caros coeficientes,
ojos y bocas aumentadas
son ecuaciones de enésimo grado.
La contabilidad se polilla
las deudas se cuadruplican,
la legislación se atropella
y los gobiernos nos hambrean.
Ahorquemos las variables XY
fórmulas, teoremas y la verdad, todas juntas,
de las noches algebraicas que vi
acostarse largo a largo a media espalda.
Ahí van algunos ancianos
ahí van muchos niños
ahí va una mujer
deshojada y muerta
voceando matutinos
voceando los sorbos
que corren por su frente
que una vez fue rocío
y ahora llora, llora
en el baldío
llevando a grandes titulares:
"CRIMENES, ROBOS, CONTRABANDOS.
DUELOS DE PARLAMENTARIOS.
CRISIS ECONOMICA NACIONAL.
LOS PUEBLOS MUEREN DE INANICION..."
Se hielan los que miran
se agrietan los jirones
los muros se agachan
y braman las almas
y braman las almas...
Mientras tú, cómodamente sentado
otros, adobes y piedras son sillas de gala.
Mientras tú, derrochas los manjares
pues; hay tantos hogares que no van almorzar
sus yescosas lenguas ya no saben gustar.
Mientras reposas ganando
otros, sudan por un mísero salario.
Mientras te diviertes a lo largo
familias enteras sufren y lloran
maldiciendo el desfalco que haces al erario
apesadumbrados bullen y callan.
Lastimosos y patéticos sucesos
enfurecen los dientes de la Nación,
los hombres cuelgan sus desorbitados ojos
y minusculisan la canción.
Arrepentidos de haber venido
madejan unos tras otros sus caminos.
Por la fragosidad de la vida
va pasando una sirvienta
quejándose de su patrona,
- los sobrantes, los maltratos
son los únicos alimentos,
es la absurda recompensa -
Van dos veces que la vota
- por escasez de trabajo -
enjuga su dolor y regresa,
no hay amparo de las autoridades
- su voz no alcanza justicia -
La alegría no llega al pueblo
marchitas están las rosaledas,
los hombres escuálidos
descuartizan sus esperanzas
en el cementerio de miseria
sangrientos de abusos y verbos.
Ya viene la Navidad
derramando su tersura auroral,
los niños piden juguetes
los niños quieren comer
sus padres han sido "despedidos"
(no tienen dinero para comprar)
se miran frente a frente
¿que solución les darán?...
Pero; hay una oportunidad
benéficas sociedades
van a obsequiar...
Los primeros que recibirán
son los hijos de alto vuelo
son los hijos de compadres
y los infortunados del pueblo
caritas pálidas y endebles
con el gusto en sus boquitas
alargaditos sus manitos quedarán
alargaditos sus manitos quedarán...
Quisiera quebrar la aurora
en el vientre de la mujer,
por que el cielo está preñado
de tan pobre amanecer.
Para que no hayan madres
ni caminos sin frutos,
para que no vengan los hombres
a pagar los tributos.
Sí, para que no vengan
en las horas terrestres
a beber las aguas
a sentir las sedes
a volar en alas
endémicas de azahares.
Me retuerzo en la orilla de la distancia
- no de alegría -
sino de dolor, en lontananza de sus olas
de sus reflujos
de sus medios ( ½ ) días.
Mira como me descarno
como se desbarda mi palabra
en el vendaval de tu invierno
- bajo la rotonda pedestal -
fornitura de un trozo de infierno.
¿Quiénes hicieron a mi canto
despojarse de su flor
de su amanecer
- azul, azul negro -
como las profundidades del mar?.
Me recuesto sobre tus tardes espinosas
- con la mente colgada del sol -
y de tus pies los crepúsculos seccionan sus amarguras
como dos caminos de ardor.
Me remuerdo en mis adentros
me quebranto en la aurora
¡Qué dolor!
no poder suturar tus heridas
no poder reverdecer tus resecas sementeras
Oh, mustias
Mira como se desnudan mis versos
como se siembran sus jirones
como riegan tus surcos, tus sufrimientos
para rescatarte del siniestro
- sí -
para liberarte del negrísimo averno.
¡Qué dolor!
Cuando no me escuchas
cuando no sientes mis pasos
me tiro de espaldas
- y grito -
retozo desenfrenado como potro
sobre los campos
sobre las brumas
hasta deshojarme del polvo espacial
y me trillo ante tus vistas
ante la palidez de tus horas
ante la languidez de tu poder
por que somos pocos, pero somos
y marchamos hacia la liberación
del hombre
del hermano...
Crecen los mirtos en los corazones
puros, ardientes de amor,
- sus azules brillan
como el nácar del agua -
quisiera cantarle a las musas
y al resplandor de su llamada,
más no puedo ofrecerles
las flores de mis dalias.
En ésta vida enferma
en una sociedad anémica
se oscurece el cielo
se embaraza el aire
se arruga el presente
se entierra la alegría
y es más todavía...
a media luna las calles;
la miseria entrando por las puertas...
asesinan a mis poemas
L a C mi A
L h
U o L
E r
V r M
E o
N s A
y estrujando el silencio
se r t e c n y sangran
e u r e
en la sin sabor garganta.