El popular "Quijote"



COLECCIÓN LITERARIA N° 11

Obra Completa





 



H O J A R A S C A S

DE LA

C I U D A D


(Poemario)


35 págs.

Colección Nº 8


ARNULFO MORENO RAVELO

Lima - Perú
1969 


En Hojarascas de la Ciudad, la fuerza lírica se adentra en los repliegues íntimos del sentimiento, canta con entusiasmo a la vida, y a las circunstancias que lo motivan; buscando clara expresión de la realidad, evocando escenas del recuerdo y acentuándose en el derecho de la libertad del hombre.




Has caído de tu fronda
al tremedal de laceria
lóbrego camino te espera
sempiterna copa de agonía.



INDICE




JUSTICIA



¡Dios!  ¿porqué me duele tanto
esa luz que tú refractas?...
retira de mis fraguas el alicanto
ya no retoñan sus yemas, sus ramas.


¿Porqué, cuando me miras
en taciturno arrebato,
las turbias rojas de mis venas
se arrancan en leve manto?... 


¡Dios! compadécete, ya no soporto
los negrísimos pasos de lupa rota,
mírame, mírame con sed de llanto
que ahí, queda la zanja muerta.


Cuando tú rompas la agonía
tus hijos en loca revuelta
y guillotinas de franca armonía
te dirán con voz de Roma
¡Dios!  ¡Dios!
¡Haz hecho justicia!.



Lima, 18 de Enero de 1967.






A LOS NIÑOS DEL MUNDO



En cada mirada de niño
mueren todas las ciudades,
como hojas arrastradas por el viento
sin mirada, sin padres, sin cariño
perdido en el mundo,
sin encanto,
sin aliento.


Atomo auroral del día que anochece
hoja primaveral del desierto humano
gota de cristal que riegas la vida
eslabón de sociedad en el tiempo;
eres tú, pequeño y tierno
ósculo de tierra y madre.


Niño, que al fango ancestral asomas,
zumbido astral, mundo chico
Sol pequeño, día extenso
carne humana, carne santa
estrella lejana, camino corto;
eres tú, fe y esperanza.


Torrente  minúsculo, oro difícil
campo de ternura, arca de amor
concéntrica gravitación de verdad;
vehemencia de naciones y antítesis del fusil
en tu marfil el hombre se yergue
de paz y gloria con sutil valor.


   ¡Oh! delicia, sois roca y placer
la danza traes en tu corazón;
perpetua nieve, calor de amanecer
columbrando el conceptuar premura
con tu voz balbuciente y alborada
das espléndido paso de   R e v o l u c i ó n.

 

 






A LA MUJER



Mujer,
he  visto nítidas perlas caer
mares que surcan
lejos, muy lejos...
de tu pecho arrancan
quejidos,
hijos de amor.


Poliédrica cuna
dulcísimo paladar,
mandrágora parra


 prismática blancura,
diáfana pradera.
artístico lar.


¡Oh! sinfónica grandeza
crepuscular cabellera,
vértice convergente raza
diminuto cosmo,
luciente estrella.



Lima, 25 de Octubre de  1967.

 






AL HOMBRE



Suntuosísimo inteligente
transformador de las horas,
fantasmagórico permanente
talador del infinito y de las plantas;
calando el surco de la supervivencia
en la resquebrajada entraña
eres hombre de los hombres
en ti rebrota la mañana.

en ti rebrota la mañana.


¡Oh! triunfador de batallas
hidrófilo del cosmos quemante;
retoñasen en tus manos las estaciones
y resecas sueñan en el poniente
como ascuas de esquirlas hambrientas.
Miríadas de vientres miserables
prendidas de la viga del tiempo,
sus bocas rasgadas a la espalda
arrancan el cuarzo absurdo,
en el cobertizo de invernales
se adentran endémicos y abruptos. 


¡Oh! explorador de mundos
sendas orbitales recorres
haciendo hablar a los silencios
de los ángulos siderales.


¡Oh! preeminencia de cibernéticas
dragón de la coexistencia universal
en el corazón de las piedras
engendras las ciencias...


Pero en las grandes ciudades
transitando los hombres fenecen,
pobres y más pobres
como hojas estrujadas por el tiempo.




ADVERSIDAD



Iniquidades de gobiernos
crucíferos de recodos,
ocúltese el sol en sus lacres
silencio de ciegos  abrojos.


Brazos enemigos
protervos intrigantes,
desquiciados pensamientos
arrasan los tiempos.


Reviéntese la Tierra
enajénense sus entrañas,
en las orillas de la guerra
aborten las mañanas.


Que se traguen las bombas
para hablar los estómagos,
que revivan las tumbas
para coger las armas...


Escombros de alegrías
lasitud de huertos
hálito de miserias
ahorcan a los pueblos.


Retumbos de occidentes
quejidos de caminos
caóticos silentes
masacran a los niños.


Tugurio de azote romano
cauces torrenciales de pobrezas,
deleznable cadena del malvado
acosan a los hombres en sus puertas.


La execrable usura burguesa
y la obstrucción de los "poderosos"
enlodan el fatídico sendero,
zarandándonos pobres y haraposos
a las calamitosas profundidades;
por eso, gritamos desde la escoria
desde allá, desde lo más recóndito
expectorando sus impúdicas avaricias.


En los regazos envolventes de la Tierra
encrucijadas de abrojos los proletarios,
prosternados por el gamonal
y de vejada libertad
enmudecen sus acres,
esperando el grito
gravitan la humanidad...






HOJARASCA



¡Ah! desértica hoja
- te has secado -
avergonzada por el tiempo.
¡Ah! tinajuelo de agua
- como habrás llorado -
sobre el resquemor de las horas.
Sin ver a nadie
Sin ver la llanura
Sin ver la sangre
Sin poder amanecer
¡Ay!  ¿Cómo habrás secado?...

¡Ay!  ¿Cómo habrás secado?...

 

Parapetado el dolor
en el mutismo arenal.
¿Te habrás regocijado?...
¡No! no me ocultes la verdad
¡Ay! de tus desdichas me cuentas
en el triángulo plural.

 

Arraigada tendalera.
Diásporas sinuosas,
en simétricas rotondas
las praderas sedientas.
Hoscos y mustios los helechos

 
se ausentan de  la vida
viajan de sed...

¡Ay! cómo llora la palmera
¡Ay! cómo llora la palmera.

 



Lima, 30 de Diciembre de 1967.






A UN VIEJO VIOLÍN



¡Oh! violín, vetusto deshojado
mudo y polvoriento, sin don
tu silencio rasga nimbos del firmamento
en impíos lardos sin corazón.


Suicidadas notas de un tiempo
recostadas melodías muertas,
gravitan en las hondonadas cuerdas
que canturrearon amorosas violetas. 


Moribundo como la playa
fúnebre como el cementerio,
derrama tu caudal italiana
y que hablen los mudos cautiverios.


Alegrías que vuelan naufragadas
son lágrimas secas crepusculares,
cipreses y azucenas, sepúltanse heladas
en lánguidas notas mueren las tardes.



Lima, 17 de Enero de 1968.








A CERVANTES



¡Oh Cervantes ! dragón de España
de tu fuente emergió el alba,
diáfanos cristales del habla
surcó el occidente castellana.


De blanco verso cipresal
llegaste al cielo azul de Alcalá;
al mundo derramaste tu fresal
mensajes de pueblos, cantando van.

Genio dualista de “La Mancha”
árbol creador de la prosa,
en ti nace el mar y la brocha
ambrosía de bardo y de rosa.


La gloria colmó tus pesares
en el Quijote, sueño de la vida;
el cosmos abre sus ijadas
para mostrar su agonía. 


De tus cumbres el laurel
en sonajas de letrillas,
la España en su vergel
conserva nacaradas torrecillas.

Eres adalid y pujanza
de la lengua castellana,
de tus trópicos la esperanza
vierte el néctar sevillana.

Con tu mágica pluma
el género universal  rubricó,
la pradera y la bruma
en América bramó.

¡Oh ! Cervantes sabio intelecto
a las letras diste tu azahar,
senda poesía, soldado de Lepanto
epicentras el don sideral. 



Lima, 6 de Abril de 1968. 








LIBERTAD



¡Oh! Libertad, Libertad...
firmamento de las cosas y horizonte del vivir
que en vítreos cuadrángulos de ideas
goznes los pensamiento de los hombres
y diametrizas los simétricos portales del mundo.
¡Oh! símbolo retumbante de la existencia
abre los sólidos profundos  del universo
y humaniza el surco torturante de la vida. 


¡Oh! inquietud de  los pueblos,
tus grandes brazos misteriosos
construyen los extremos de la Tierra
y en las pilastras laureadas
las poliédricas hipótesis centellean,
y en el fuego de tu lengua
blandes el arma contra el avasallaje
bamboleando a los astros y planetas
derramas tu sabia a la heroica juventud.


¡Oh! invisible magnificente personaje
hacia ti se levantan los montes y mares
en un cruzar zumbido guerreante
para nutrirse y conseguir lo desposeído
y erupcionar de hastío los pesares...
Los hombres cercenan las cadenas
con los bordes de sus ideales
y pintan con su sangre tu imagen
en la esperanza de los pueblos
en las cruentas luchas de clases
derribando las rejas que aprisionan la tierra.


Del periforme pulmón
por la cuesta de la voz
hasta rebotar en el horizonte,
vas sembrando los pendones
entre las cizañas garras
para redimir la gota de sudor
que arde por las emancipaciones.
Más aún el heroísmo de tus hebras
unirán el aire, la tierra y el mar
en un manojo de seres
irán a la reyerta por su libertad.


Empináronse en tus hombros los siglos
infundidos de fe elevaron los gritos;
los hombres prisioneros, descuartizados
vomitaron sus quejidos
imprecaron heces candentes a sus enemigos,
mascando oxidados y fríos eslabones
de infernales injusticias del soez.
Manchose de sangre la Luna
las noches sollozaron
las estrellas cayéronse podridas por el suelo
los vientos taladraron su tumba
las plantas deshojáronse de luto,
abrieron sus grietas las rocas
para recibir los corazones
y germinar sus pensamientos.


Hoy, mañana y en cada peldaño del tiempo
sobresaldrán sus frutos reclamando
sus derechos, los derechos de los hombres...
los gritos no se extinguirán
ni los pasos irán al cautiverio.


 

 ¡Oh! Libertad, emblema de vigor
revivirán héroes y las vedadas leyes;
conoceremos la igualdad
llegaremos a la justicia
se acabarán los lamentos
se curaran las llagas,
en cada ser habrá un consuelo
y en tus palmas de felicidad
los hombres gritarán
gritarán aún desgargantados


¡Libertad!  ¡ Libertad!  ¡ Libertad!
¡Viva la Libertad!  ¡Viva la Libertad!!!...



 Lima, 21 de Abril de 1968




A LOS OBREROS



¡Oh! Pilares sin cogollos
moles sin música, sin descanso
voz  triangular y cabizbaja
brazos sangrados
dinteles de la Tierra.


Ignorando los abrojos
distraído en tus pesares,
las garras malditas
ensáñanse en tus carnes.


La justicia sorda
cierra sus puertas...
 - te explotan
    manjares de tus costras -
aunque corra tu sangre
muda es tu voz.


Magullan tus lares
retuercen tus vendas
cogiendo tu gloria
torturan la felicidad
y la bondad de tu clase.


Amalgamados en los fierros
junto a las palas, junto a tu pan;
¡haced frente a la ignominia!
¡haced frente a las vilezas!
exterminad al enemigo...
¡abajo! los hipócritas usurpadores
truhanes alevosos
bastardos de la patria.


Aciagosa curva caminas
sobre las nubes turbiadas
que ocultan a las cristalinas,
tú no miras más allá
donde tus opresores
sonrientes de gala
te ponen una más...


Quebranta al adversario
que soslaya tu gracia, tu placer
estrechando tus pasos
doblegan a tus ideas
hacia el raudal encarcelado.


No contento con el oprobio
no contento con acallar tu voz
masacrando justos reclamos
trafican con tu miseria...


Estamos hartos de injusticias
basta ya de escarnios y abusos
basta ya de servilismos
¡hermanos!  salid al frente
ya es tiempo...
aunemos nuestras fuerzas
asir las carcomidas herramientas
combar las rejas
y bordear el marco de la libertad.


Florecerán las ramas proletarias
engrosarán las raíces más fuertes
libremente se abrirá la senda
uniendo trechos, llegarás a donde vas,
sabrás del placer, sabrás del vivir.


Llegará el Sol hasta la negrura
encorvarán la ufanía
tus ojos verán la gloria
y nivelará tu vieja plomada
la oblicua justicia,
creciendo cimientos de país
frondoso verde hasta el cielo
las garras del estío
las plagas humanas
no encadenarán sus ramas.


Los caminos no se acortarán
cuando vayas a la justicia
tampoco la cultura negará
su límpida bebida;
los caminos serán anchos
los caminos serán rectos
los zarzales serán jardines
y llenarán los almacenes
de granos y felicidades;
quebrarás los presidios
como vidrios de ventanas.


Si no hubiesen arañado tu miseria
mis recodos folios sentimientos,
no vinieran los resquebrajados versos
secos y amarillentos a visitarme,
se enmudeciera el alma
como el yunque del herrero.



Lima, 26 de Abril de 1968.






 PARQUE  UNIVERSITARIO



Hoy que he vuelto a pasar
eran a las cuatro de la tarde,
colores de Provincias
llenaban el parque;
sobre el verde aliento
asediado por el cansancio
recostábanse la gente
de semblantes tristes
débiles como sus voces.


Al ver gélidos rasgos de lejanía
y moribundos vestigios de estudiantes.
He sentido tanta melancolía
he lamentado su ausencia
ausencia de juventud
silencio de   P  e  r  ú.


Mi enhiesta palabra
rebotó en su camino
con el tiempo labrado
exhalando pregunté:
¿dónde estarán las voces inquietas?
¿dónde estarán tus paladines?
¿dónde estará el meollo
que otrora fuera el    P  u  e  b  l  o?
entonces; púseme a buscarte...


 

Te he buscado, te he buscado...
por los cuadrángulos desastrados
de la   C  A  S  O  N  A   C  U  A  T  E  R  N  A  R  I  A,
y solamente he hallado:
aulas repletas de vacío
himnos muertos en sus bóvedas,
sus patios mudos ensombrecidos
sus palmeras llorando los años
sus pasadizos húmedos dormidos
sus viejas paredes desprendiéndose sus carnes.


Te he buscado tanto, tanto
entre los rebordes del silencio
entre el polvo de recuerdos
entre el olor a sepulcro
entre las hojarascas arrebatadas por el tiempo.


Te he buscado tanto, tanto
te he buscado
por las comisuras cuadriláteras del Parque
por las errabundas esquinas de la Ciudad
por los pedernales escalantes de la torre
por las asperezas del aire evanescente
hasta escarbar en la penumbra
y rastrear la aurora que muere
entre las flores
entre el césped
entre las horas mustias
entre la lumbre mortecina de la tarde.


¡Oh!  Juventud descollante
dinamismo ostentoso de los pueblos
llevas la ambrosía de los claustros
a sembrar en los corazones de los hombres.

¡Oh! Sanmarquino revolucionario
grito de protesta, pesadumbre de gobiernos,
fortaleza de honor y patriotismo
defensor de las clases desfavorecidas.







UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS



¡Oh! Digna 
¡Oh! sapiencia de cultura
manojo esbéltica de la fuente,
néctar de luz cristalizada
vértice apostólica de   A  m  é  r  i  c  a.


¡Oh! Claustros Sanmarquinos
¡Oh! vientos joviales de Sudamérica
¡Oh! gualdescas bandadas
¿en dónde estarás vertiendo tus frutos?
¿ en dónde reposarás  ¡Oh!  Viejo Mirto.
ya no escucho los gritos de pulmón
ya no arden tus manifestaciones
ya no pasa tu marcha solidaria
brazo a brazo en las luchas populares...


El silencio se requiebra en el silencio
perfilando la miseria
ovalando la discordia
y embrionando los abusos...
¡Ay!  ya no están...
ya no están los Sanmarquinos
con himnos y lemas en los labios
con las protestas en las manos
con sus ideologías políticas
sobre la agreste realidad peruana
como lo hacían antes...


Detengamos por un instante al tiempo
y regresemos aquel recuerdo...
para restituir los esfuerzos agonizantes
y revivan las masas universitarias;
porque el Mundo se devasta
con energúmenas guerras imperialistas,
los borbotones de sangre vietnamesa
reverberan sobre cielos diáfanos de la humanidad,
esperando que los escupitajos justicieros
juzguen la repudiable monstruosidad;
mientras las naciones subsistentes
escuálidas y descalandrajadas
en sus fatídicos refugios
se comen dolorosamente sus llagas.


 ¿En dónde estas?...
¡Oh! juventud universitaria
- te estoy buscando -
- te estoy buscando -
para dirigir tus pasos
para imbuirte mi osado espíritu
y cantar sobre tus brazos doctrinarios
la desnuda realidad social,
el catastrófico descalabro de los pueblos
que agusanan vuestras carnes
y pudren vuestras mentes
en los tendales del   M  u  n  d  o...


¡Ah! ¿en dónde estás?
lamento tu ausencia
añoro tu pasado
¿en dónde estás?
- te estoy buscando -
- te estoy buscando -...



Lima, 30 de Abril de 1968.






CUERDA SOÑOLIENTA



Triturando razonamientos
sobre una cuerda soñolienta,
glacial sudor de espalda
cuelga de memoria hambrienta.


De los ventrículos
emana la aurora
como aires revueltos,
en una cavidad sin hora
esperando los vuelos.


Cansada playa del lugar
tantas noches enterradas
de pedazos de sol y mar,
tantas caricias fenecidas
derramando blanco lunar.


Cuantos telones astrales
prestos del devenir estelar,
color suspenso los puentes
como dos pulmones para respirar.


 

Duelen lejos las aventuras
como rayos quebrados y desmenuzados 
y remueven las arenosas riberas,
sangrándose como el mismo hielo
de la estación de invierno.



Lima, 3 de Enero de 1969.






IDEA MUERTA



Me extraje desde el alma
la idea muerta en el agua,
arañando desde la cuesta
se arrancó de raíz la rama.


¿Qué pensaste de ladera
cuando aquél clavel secó?...
¿Acaso, decidiste de subida
talar lo poco que llegó?...


Respóndeme amada
tras el eco de la cuadra,
porque allá en la distancia
se queda en la nada
cansada de esperanza.


Envejecida acrisolada
surca torcedura de sangre,
en lejana espera del alba
en tenues poliedros zanja.


Inclina el brazo del tiempo
besa calor viva de naranja,
tanto el azul y el verde campo
se acuestan sobre la rampa
como dos cosas de la nada.



Lima, 14 de Marzo de 1969.






AFLICCIÓN



¡Ay! ¡Qué triste está la mañana!
occidentes que ahorcan su primor
colgados del yerto pensamiento que mata
al árbol de tétrica flor.
                           ¡Ay! no puedo llorar.


¡Qué triste está la mañana!
los huesos se funden en la hoguera
biselando exhalaciones del planeta,
donde los hombres pisan la nada.
                            ¡Ay! no puedo llorar.


¡Qué triste está la mañana!
el día quebrada en oblicua tristeza
del diagonal crujir de la herida,

 
donde los hombres renuncian la danza.
                            ¡Ay! no puedo llorar.


¡Qué triste está la mañana!
¡Qué fúnebres se van los minutos!
desnudísimos desde el alba,
saboreando amargamente los tormentos.
                            ¡Ay! no puedo llorar.
                                           ¡No! no puedo llorar...








EPITAFIO



Ya no borronearé tu estela azul
en un silencio fúnebre dirán ¡adiós!
Turbante gesto, callada voz
arrancará lenta la   T  i  e  r  r  a   al Sol.

Ya no habrá más quejido
la mortífera negra sombra
acribillará mi canto
y en el hiperbóreo hirsuto del alba
                   desangrando llorará
                                 d
                                  e
                                  s
                                  a
                                  n
                                  g
                                  r
                                  a
                                 n
                                 d
                                  o
                   l    l    o    r    a    r    á
                       llorará y llorará
                       llorará y llorará



 


ÍNDICE




Justicia
A los niños del mundo
A la mujer
Al hombre
Adversidad
Hojarasca
A un viejo violín
Libertad
A los obreros
Parque universitario
Aflicción
Epitafio